16 octubre 2006
Sierra Nevada en el Puente del Pilar.
Y despues del notable exito obtenido en los 88, ejem, ejem, nos fuimos con los bartulos a sierra nevada a subir el Veleta y llegar al mar, todo un clásico. Mar que todavia andaba por Madrid se unio a Morcimen, Elpatas y Aton para esta aventura. Iba a vivir, ¿padecer?, una aventura carbonilla. Haciendo Tetris logramos meter las cuatro bicis y los equipajes en el petrolero de Aton, ese bebedor insaciable de gasolina de 95. Llegamos como siempre cuando nadie nos esperaba es decir, muy tarde... y entonces todo empieza a tomar un orden desordenado, un orden aparente aleatorio pero que tiene mucho que ver en el acontecer venidero. Me explico, como llegamos a las dos de la mañana, nos levantamos tarde, luego no desayunamos sino almorzamos unos contundentes huevos fritos con lomo en abundante aceite (que gran lubricante para la subida que nos esperaba!), al final empezamos a subir los 2400 mts de desnivel a la una. Curva a la derecha, ahora a la izquierda, lo de abajo que se va quedando pequeño y ... aparece lejano, suspendido, encapotado el cielo sobre su cima el Veleta... y que como una nube parece que se aleja cuando me acerco el muy cabrón. Lo atrapamos a esto de las cinco y media, y con ciertas dudas decidimos continuar... y el azar que nosotros forjabamos en forma de destino fue haciendo de las suyas. Irremediablemente se iba haciendo de noche, por mucho que llevaramos un ritmo endiablado por la base del Mulhacen. Y nos plantamos casi sin luz en el vertice de bajada a Trevelez a 2700 mts de altura... todo bajada!...¿por la pista, que da mas rodeo?... ¿por la trialera que solo son 2 kms segun el gps?... decision carbonilla. Mar protagonista y a la vez espectadora con los ojos como platos nos seguia el razonamiento. La trialera de los dos kilometros resulto como comprobamos al llegar a las 12 de la noche mas de 14. Como el azar no es traicionero del todo me permitio encontrar en mi camelbak una led que no se que hacia allí y con ayuda de ésta, bajamos "un paso adelante" hasta que divisamos abajo como si en un pozo se encontrara las luces de Trevelez. Y cuando nos creíamos salvados fue cuando perdimos el sendero y nos desorientamos completamente. Tras varias llamadas al hotel donde nos ibamos a alojar aparecio a las dos horas los faros del Clio de Manolo nuestro salvador, que abriendonos paso nos condujo el resto de la bajada hasta llegar al pueblo donde todo el mundo sabia de nosotros; Agotados cenamos como mereciamos y nos desmayamos en la cama. Amanecimos mirando la impresionante montaña que a noche anterior no vimos. Abandonamos Trevelez para internarnos en las Alpujarras. Los pueblecillos dispersos juntan sus casas como terrones de azucar en un terreno salvaje de grandes desniveles. Un bajada propia de motoristas, una subida propia de ciclistas, y abajo el mar, la playa empedrada de castel de fero, donde Candi nos esperaba con mi coche. Vuelta a Granada donde cenamos frente a la Alhambra iluminada. Al dia siguiente nuestras intenciones culturales quedaron en nada cuando empezamos a tomar cañas por el barrio del Albaicin...con en tiempo justo para dejar a Mar en la estacion de tren direccion Barcelona. Salida nocturna en una Granada llena de marcha... y bueno, habrá que volver a hacer otras rutas y a dejar que Candi por fin nos pueda enseñar su Grana. En Grana se han quedado muchas cosas pendientes... habrá que volver a Grana, habra que volver... vuelvo a Granada vuelvo a mi hogar... quien cantaba esto?
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