12 abril 2007

Camino de Santiago 2007 by Madriz. Primera Parte


Y por fin llego el día !!!

La ruta de las rutas, la peregrinación desde tu propia a casa hasta Santiago de Compostela en ocho días sin más ayuda que la de tu bici.

La aventura comenzó el sábado 31 de marzo para tres intrépidos peregrinos: Patas (el que prefiere que le llamen Antonio pero no lo va a conseguir, si acaso se quedará con “César”), Campeón Gallego (doble emoción para este campeón la de unir sus dos “patrias” en bici) y Madriz (casi un año preparando sus rodillas para esta ocasión).

En los días previos se nos cayó de la convocatoria Aton por una inoportuna gripe aunque se uniría más tarde en el tercer día de peregrinación.

En Astorga (quinto día de ruta) se unió un nuevo Carbonilla que se ha ganado con creces el nombre de Rocoso. Qué manera de devorar kilómetros y dificultades una tras otra y sin perder la sonrisa.

Hechas las presentaciones, comencemos la cronología de las etapas.

Día 0. Viernes 30 de marzo. Preparativos en Madrid

El viernes se presenta muy movidito. Las previsiones de tiempo no son buenas y las llamadas entre los carbonillas participantes se suceden. Que si nos compramos unos pantalones impermeables, que si un nuevo gore, que si aceites para que resbale el agua, que si nos llueve mucho que hacemos…

Y a todo esto sin credenciales de peregrino. Esto se soluciona solicitándolas en la Iglesia de Santiago en Madrid. Voy para allá en un hueco que tengo entre las múltiples compras que me quedaban por hacer pensando que sería un trámite de 15 minutos.

Me encuentro con la obligatoriedad de asistir a misa y recibir la bendición del peregrino junto con 40 jubilados que emprenden peregrinación. Además durante la misa, los jubilados insisten en leer versos sobre el Camino…adiós a mis compras de impermeables y botecitos pequeños de jabón.

Día 1. Sábado 31 de marzo. Madrid - Segovia (100 Km)

Por fin la mañana del sábado comienza la ruta. Salgo desde mi casa en Pozuelo y me reúno en Majadahonda con Patas y Campeón en la casa del Patas. Allí el ritmo es frenético, parecen los boxes de la Fórmula I. Cambio de cubiertas a las bicis, Campeón rellenando de silicona sus zapatillas…nunca se vio a un gallego con tanto miedo (respeto como dice él) al agua.

Tras un buen desayuno (constante de la ruta a partir de este momento) comienza la aventura!!

Al principio moverse con el equipaje en la bici se hace complicado y cansado. En cada cuesta aflojamos desarrollo. Esto es algo que el Patas define muy bien como “cambiar el chip a cicloturista”…ya, ya.

Primeras rampas a la salida de Majadahonda y primeros problemas. Mi sillín esta bajo, la parrilla de la Topeak se mueve y tenemos que parar arreglarla. Lo arreglamos pero en el más puro estilo carbonilla se le caen los guantes al Patas a unas zarzas y tardamos en recuperarlos. Ya nos vamos haciendo a la idea de que la cosa no va a ser fácil.

Gracias a unos ciclistas de Villalba que nos guían por caminos para nosotros desconocidos, conseguimos llegar a Cercedilla con el único problema de la hora. Son las 15:30 y todavía no hemos comido y nos queda la subida a la Fuenfría y la bajada a Segovia.

Tras un rápido bocadillo y encuentro con el primer friki que nos advierte que anochece a las 18:00 (a las 19:00 si eres ciclista), subimos la Fuenfría.

Al final de la subida encontramos algo de nieve que se convierte en pista de nieve virgen cuando pasamos a la vertiente segoviana. Como resultado tenemos una bajada a 6 Km. por hora aunque tremendamente divertida.

Cuando ya divisamos Segovia y por fin se ha acabado la nieve sufrimos el primer pinchazo al “arrojar” el patas su bici contra unas zarzas.

Arreglado el pinchazo llegamos a Segovia a las 20:30

Día 2. Domingo 1 de abril. Segovia – Valdestillas (115 Km)

El día comienza muy bonito. Nuevamente sorteamos las nubes y no nos cae ni una gota. Nuestros primeros encuentros con las zonas de pinares son espectaculares hasta que un tramo de arena de playa nos pone en nuestro sitio.

Paramos a comer en Nava de la Asunción donde un avezado ciclista de la zona nos explica que no nos metamos por los pinares, que debajo de la arena hay abrojos y que vamos a pinchar. Él nos recomienda desviarnos del camino siguiendo los carriles paralelos al ave Madrid-Valladolid en construcción.
Siguiendo nuestro instinto Carbonilla le agradecemos la información y no hacemos mucho caso pensando que exageraba, al fin y al cabo, el primer tramo de pinar no se nos había dado tan mal.

Cuando vamos a montar en las bicis viene la sorpresa. Una de mis ruedas pinchadas y todas las demás con pinchos clavados. Reparamos la rueda y decidimos no tocar las demás para ver si aguantan. Nos encaminamos hacia la pista del Ave.

Palizón de pista. En una etapa plana nos metemos en un carril que sortea carreteras y ríos, en el mejor de los casos con constantes rampones. En otros casos, la mayoría, el carril se pierde y hay que ir a buscarlo desviándose de la ruta. En el caso del río Adaja algo peor, ni rampón, ni desvío. Tocaba meterse en el agua helada y cruzar el río a patita.

Como resultado no llegamos a Simancas (lugar previsto). Nos quedamos a 15 Km. en Valdestillas haciendo 15 Km. adicionales frente a lo previsto y llegando prácticamente de noche casi a las 21:00.

Día 3. Lunes 2 de abril. Valdestillas – Sahagún (125 Km)

La etapa del día de hoy se presenta larga ya que tenemos que recuperar los 15 Km. que llevamos de menos. Por lo tanto nos proponemos una nueva modalidad de comienzo de ruta que es salir sin desayunar, hacer 15 Km. hasta Simancas (desde donde tendríamos que haber empezado) desayunar y continuar la ruta.

Esto lo repetiríamos en otras etapas ya que nos daba la sensación de aprovechar mejor el tiempo.

En esta etapa además recibiríamos la incorporación de nuestro amigo Aton que se uniría al grupo en Villalón tras bajarse del tren casi en marcha y hacerse 20 km. en poco más de media hora.

Empezamos el recorrido por campo pero entre la prisa que teníamos, la lluvia y el viento, decidimos salirnos a la carretera al menos hasta llegar a Villalón.

Una vez formado el grupo de cuatro nos damos cuenta de la fuerza con la que ha venido Aton. Le ponemos delante de locomotora para que se desbrave pero puede contra el viento y con todos nosotros y no tenemos más remedio que fijar nuestra atención en el buje amarillo de su canondale y pedalear fuerte sin mirar atrás aunque se te pongan a rueda unos ciclistas de carretera y sin alforjas (menudos cabrones!!!)

Todo parecía apuntar a que ésta, a pesar de ser la etapa más larga, iba a ser de las más tranquilas en cuanto a incidentes. Pero no fue así.

Fieles a nuestro espíritu de carbonillas, cuando no hay problemas hay que buscarlos. Dado que íbamos bien de tiempo y que había dejado de llover, decidimos dejar la carretera y regresar al camino. Desobedecimos una regla fundamental que es la de hacer caso a los consejos de los lugareños que nos había advertido que el camino era arcilloso y que con la lluvia era impracticable para las bicis.

Y allí nos metimos…..pero hasta las rodillas. Tras unos kilómetros en los que quien más y quien menos pensábamos que no era para tanto, un poquito de barro y poco más, las bicis fueron solidificándose con el terreno, una tras otra y quedándose atascadas en el barro.

Todas…no, tan sólo una bici desafiaba el imperio del barro y se adentraba en el páramo castellano sin excesivos problemas. Era la bici de Aton que debido a sus ruedas de menor taco no recogían tanta arcilla y no se colapsaba el paso de la rueda.

Los demás a cargar la bici y a recorrerse a pie unos kilómetros hasta la carretera de nuevo. Llegamos al formidable hotel de Sahagún a las 20:00

Día 4. Martes 3 de abril. Sahagún – Astorga (110 Km)

Este día marcaba la llegada al ecuador de la ruta y el encuentro en Astorga con Rocoso. Mencionar que Rocoso se había comprado bici y equipo un mes antes, momento que había aprovechado para realizar unas tres salidas en bici que era todo el bagaje que ostentaba dentro del mundo de la mtb.

Parece ser que teníamos prisa para llegar a Astorga porque enseguida empezó a tirar el buje amarillo y …¡Viajeros al tren!

De la primera parte de la etapa hasta León (donde comimos) no me acuerdo de mucho más. Tan sólo de pasar frío y mirar a la rueda de delante y ver como Aton, Campeón y Patas iban midiendo sus fuerzas en cada repecho. Claramente todavía no habían entendido cuál es el espíritu del Camino pero no había que preocuparse, el Camino termina por encontrarte y una vez que te encuentra te recuerda…nivel medio, nivel medio….NIVEL MEDIO POR LOS COJONES !!!!!

Después de León se parte el grupo con Aton y Patas por delante por la carretera y Campeón y Madriz por detrás por el Camino. Tras una llamada de teléfono, les convencemos de que se vengan al Camino. Sin embargo el Camino me encontró primero a mí y luego a Campeón y decidimos volver a la carretera. Intentamos llamar a los otros dos incautos pero sus móviles estaban desactivados.

Como resultado, llegamos Madriz y Campeón a Astorga por carretera a las 18:45. Aton y Patas llegaron 30 minutos más tarde por el camino rompepiernas rampón arriba, rampón abajo.

Como mis rodillas empezaban a resentirse seriamente conseguí localizar un fisio en Astorga a través del Hostal (gracias Dani por hacer un hueco y por tus explicaciones sobre el vasto interno). A la vuelta ya para cenar se había incorporado Rocoso que con excelente ánimo afrontaría las próximas cuatro etapas de la ruta.

Nos esperaban las subidas a la Cruz de Ferro y a O´Cebreiro. También nos esperaban las Pitrukas. Todo esto os lo contaré en la segunda entrega.
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Antes de salir, los boxes echan humo

Majadahonda, Madrid. Casa del Patas ¡¡¡Comienza la aventura!!! Ya no dejaríamos de pedalear hasta Santiago

Primeras complicaciones carbonillas. Los guantes del Patas a las zarzas
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Amenaza lluvia pero vamos más rápido que las nubes

Subida a la Fuenfría, parece que empieza a haber nieve

Arriba de la Fuenfría. Abandonamos Madrid. 600 Km. a Santiago y mucha nieve...

... y en la bajada, nieve hasta hartarse
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Es divertida la nieve pero se agradece volver a pisar tierra firme

Durmiendo en Segovia. No nos separamos de las bicis ni de noche ni de día

Segundo día. Nos queda mucho, pero que mucho Camino

Hacia dónde vamos?? Siga las flechas amarillas
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El Patas va tan sobrado que tenemos que ponerle un paracaidas para que le frene

Primer pinchazo del día. No sería el último

Dios mío!! atravesando el puente del viejo ferrocarril desmantelado. Abajo el vacío, qué miedo!!

Aunque hay gente más valiente que otra
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En la ruta del Ave, para dónde vamos?? No pasa nada, Campeón está preparado para preguntar

Llegamos a Vadestillas, no es Simancas pero no está mal

Empezamos el tercer día por camino

Hay mucho rampón, más kilómetros y poco tiempo. Nos vamos a la carretera
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