19 julio 2007

15 de julio de 2007. El Nevero y la Paella.

Por fin se pudo hacer una combinada. Mezclar a la gente de la bici, con los de la no bici. Y no mordemos, verdad? Como lo prometido es deuda, hablamos de la bici cuando hay que hacerlo, encima de ella.
Primero subida desde el pueblo de San mames a la horizontal, rodele hasta el puerto de la Navafría y despues de un turno de ruegos y preguntas, todos, todos, sin mirar atras subimos el Nevero.
Morci encabezo el grupo seguido de cerca de un recuperado gallego y un desafiante Melon... Con el ritmo de un paso de semana santa y espaciados de uno en uno nos asomamos al balcon del escote de ese pedazo de Nevero y bajamos por la raja de su falda a toda pastilla. La paella y demas invitados nos esperaban. La fiesta continuo hasta la noche cuando los niños y los lunis se fueron a la cama.
Aforo completo. Empieza una jornada con premio final.

Yuuuuppiiii que bien!!!


Pues venga a subir hasta la horizontal.

Como hace calor a la sombra de los pinos como Maria del Monte.


Ya estoy en la horizontal... pero yo quiero ir a Galapagar con Alvarito.


Las burras yacen, los jinetes pacen.


No se yo si lagarto esta poniendo carusa, eh?


Vamos a ponerle musiquele en la subida pa que se anime.


El Nevero, paseo a las nubes.


Llegamos a lo mas alto y desde aqui ya huele la paella.


Todos los supervivientes del nevero: de izq a dcha; melonboy, morcimen, cucamonas, alvarito, campeón gallego, lagarto returns, epo, bimboman y aton.


Y a la vuelta una paella nos espera junto a nuestro amigos... no ciclistas, mujeres, niños, etc.


Amaya y Jesus. Ella sabe el secreto de Salamanca, la ciudad olimpica de Renault.


Hola Monica. Hum.... esta para comersela.


La merecida paella.


Melonboy y his middle orange orgullosos. Un carbonilla a la sombra, y su bella rubia de la moto, resacosos.


Hoy estoy algo mejor. Ya no fumoooooo.


Epo que aguanto en la comida mas de lo que en él es habitual. Yo creo que de la paliza que llevaba encima no podía ni moverse.


Forever youngs. Vuelven Tears for Fears.

Las vecinitas del quinto fueron el caldo de cultivo para el duelo de astados y la sobreactuación.


El cachondeo siguio hasta altas horas de la noche.