Como todos los años por estas fechas mis vacaciones eran un cúmulo de grandes proyectos y buenas intenciones. Viajes exoticos, peligrosos, misteriosos... pero como me conozco opte por apuntarme a un viaje real y ya organizado, con fecha en el calendario y no en mi cabeza donde muchas veces nada se concreta. Pero al final, y por una vez, ambas cosas han coincidido. El viaje de mi imaginacion se ha hecho real en una gran aventura a la altura de mis expectativas. Alguno de los carbonillas ya lo habia hecho en sus años mozos y yo queria hacerlo ahora que todavia estoy en edad de merecer. Pense que al fin y al cabo era un viaje mas de los nuestros, eso si, un poco huerfano en número de integrantes pero el Anfeta lo ha suplido con creces. Asi que me coloque de copiloto con Isra, Ismael, Ibraim, Isiodoro...etc, el hombre de los mil nombres y dos mil oficios y rumbo a los Pirineos. Realmente no conocia a nadie, que por otra parte nunca ha sido un problema para mi, pero esta vez la integracion fue realmente sencilla: gente maja que participaba igual que yo en este reto-aventura. La llegada al camping de pont de suert me recordo bastante a los cambios de remplazo en la mili: unos se marchan alegres por el deber cumplido, otros llegan algo temerosos y desconcertados. Solos tres valientes iban a participar de la travesia al completo; uno de ellos era una niña que acababa de cumplir años y que nos recibio con una amplia sonrisa de la que ya no se separaria pasase lo que pasase. Tras una noche embutidos en los sacos de campaña aquello comenzaba, y comenzaba con un banderazo de salida al mas puro estilo de las carreras. Estabamos haciendo la transpi por fin. Y empezamos con muchas ganas, encaramandonos a cuantos puertos, collados, altos, rampas se ponian por delante, descendiendo carreteras, pistas, caminos, trialeras... la mayoria de las veces lo mas deprisa que nuestras piernas nos lo permitian, las menos disfrutando del paisaje. Paisaje pirenaico tremendamente impactante; duro, rocoso, con cambios de color y ondulacion desde Cataluña, Aragon, Navarra... con cambios climaticos desde el sol mas agobiante, a la lluvia mas penetrante o al granizo mas apedreante. Recuerdos? Muchos. Momentos entrañables muchos de ellos vividos con Mar y nuestras sempiternas charlas a la cola del peloton, a veces intentando solucionar el mundo, las mas ella ejerciendo de mi sicóloga personal, y otras en las que yo le daba ánimos para seguir subiendo puerto tras puerto. Momentos divertidos, muchos, los piques en cabeza, las ocurrencias de Alfonso, de Tomas, el humor espontáneo de Angel, el compañerismo y la solidaridad de todos, Jacob, Pablo, Juan carlos...etc, ayudándome con mis continuos problemas mecanicos. Momentos limites, claro, la dureza de la ruta en si, la lluvia incansable, la ropa empapada, el granizo, los madrugones a los que no estoy acostumbrado... Varios como las cervezas de la llegada, mi ipod que se empeñaba en cantar las canciones mas horteras, a Israel, Tomas y Nuria solucionando cualquier dura o problema, las idas y venidas en grupo por las tardes en los pueblos, las cenas que engulliamos casi sin respirar, el aire fresco que trajo Melonboy, los avituallamientos en los sitios mas inimaginables... bueno no tanto porque despues siempre venia una subida...y la recurrente frase de alguno de nosotros, "joder tio esto es una pasada!". Y cuando no tienes muy claro si quieres que esto se acabe o no, contradiccion propia del cansacio y el disfrute, el mar te estalla en los ojos, y en la playa, con el baño obligatorio empapándote el culote eres consciente de que es el fin de la aventura real. Pero viajar con la imaginacion es gratis y por que no podria repetirse. Un saludo para todos mis compis que me lean,. Me he puesto algo transcendental pero es que ahora a las tres de la mañana me siento asi, un poco nostalgico. A ver si las fotos os animan mas. 
