Por motivos variados: lesiones, vacaciones, noches de mandanga de la buena o improvisados viajes, sólo acudimos 4 jinetes a tan desafiante reto. Dos clasicos carbonillas, y 2 carbonillas en proyecto (aunque el gambitero tiene casi el título en sus manos). Hay que recordar, que ya intentamos realizar esta ruta en Junio y abortamos la misión por el mal estado físico de los pretendientes.
El día se presentaba protector con nosotros. Por todos es sabido que esta ruta es un infierno con calor, y en esta ocasión parece que los dioses MTBeros se apiadaron. Temperaturas muy agradables para las fechas en las que nos encontramos, gracias a mar de nubes sobre nuestras cabezas.
Comenzamos la ruta con las ya conocidas Zetas. Nuestros amigos los forestales, están haciendo su trabajo de prevención de incendios, seguro que preparándose para el calor de Agosto, y han limpiado la maleza de la zona. La subida a perdido parte de su encanto y riesgo (nunca sabías si el primero del grupo se tragaría a uno que bajase ;-)). Todo sea por proteger nuestro hermoso entorno del fuego, esa gran alimaña de nuestros bosques que siempre sale a pasear en estos meses.
Una vez en Abantos, tomamos el sendero que nos lleva a la base de la presa. En un momento dado, Campeón Gallego lanza una de sus opiniones sobre el camino a seguir. Resultado: Nos perdemos la trialera tan peligrosa y tan deseada que acaba en la carretera de mantenimiento de la presa. Accedemos a ella por una pista ancha y sin riesgo como señoritas paseando por El Retiro ;-(
Ya en Peguerinos, buscamos un local que nos permita degustar el clásico bocadillo PRECueva Valiente. Y vaya si lo encontramos. Tanto el bocadillo, como la camarera que nos lo sirve, es mandanga de la buena. No se puede atender a unos cliente tan selectos como nosotros, con tamañas apreturas pantalonines. Y es que esta chica, podría trabajar, sin duda alguna, abriendo nueces con las nalgas en Navidad ;-))
Continuamos nuestro cámino hacia la "Subida Total". Antonio, hace la goma, pero se defiende como un jabato a punto de ser degollado. Llegamos a la base de Cueva Valiente. Un par de minutos para explicar a nuestros nuevos amigos con lo que se van a encontrar y vamos pa'riba. La subida ..... nunca se olvida. Para reventar. Llegamos a a la cima de Cueva Valiente, disfrutamos de las vistas y ...... IIIIIIIIIRSE to' pa bajo. El descenso .... pues de flipar como siempre. Varias sustos que nos permiten ensayar el, tan esperado por su espectacularidad, boquino frances, pero sin consecuencias
Una vez en la carretera, y debido a que Antonio a reventado la horquilla de su montura, decidimos hacerlo mas fácil y pasamos del GR. En el descenso por uno de los cortafuegos, Gambitero muerde el polvo con mala fortuna para su maltrecho codo. La costra del taladro que se trajo de Baqueira, se levanta en el choque contra el suelo como si fuese papel de fumar. En esta ocasión no hubo fotografía para el recuerdo ;-((.
Al final, como casi siempre, llegamos a los coches con una sonrisa en los labios.
Desde aquí un recuerdo a ese amigo fiel que sigue convaleciente de su lesión: "Patas" te queremos.
El que quiera tener todas las fotitos de la ruta en su formato original, sólo tiene que pulsar aquí (por cortesía de Megaupload)





















